miércoles, 11 de mayo de 2011

Algunos se dejan ver de día

Vladimir:Intenta recordar.

Ofl: Tienes razón, es difícil alejarse de la Ira a veces, da tanto calor... Puede ser tan ardiente y destructiva. Al final si le haces caso acabas con lágrimas en los ojos lamentándote por algo. No recuerdo los cantos rodados, pero si un riachuelo, recuerdo el olor, era fuerte... Recuerdo que un niño se saltara la prohibición de beber del riachuelo, bebió y escupió al instante poniendo cara de asco. Luego le diera una rabieta, creo que Ira también visita a los niños de vez en cuando.

-Me alegra que te hayas encontrado a mi amigo el sonrriente nocturno, que suerte.


Vladimir: ¿No adviertes nada insólito?

Ofl: De un tiempo a estos instantes que ya se transforman en ese tiempo pasado, algo está cambiando. Los he visto a la luz del día, asomando la cabeza o mirándome fijamente. Parpadeo y desaparecen, a veces intento quitar fotos, pero no los cojo a tiempo, un parpadeo es muy poco. Pero el otro día dejé la cámara donde los había visto y la programé para el movimiento. Cuando las fui a ver, allí estaban en B/N mayormente, como si fueran de otro tiempo, como si solo pudieran entrar en esta realidad como dibujos. ¿Curioso verdad? Pero con mucho sentido




"El guardián Cabeza de Cascabel" Un mosco mosqueado porque alguién ha roto el cristal...


"El guardián Botones de trapo" Siempre asoma por las papeleras a ver si encuentra un nuevo sombrero, o algún ojo  más grande o más pequeño...


Lugar: Parque de Castrelos dentro de Quiñones de León.  Entre las 11:00 y las 13:00 Tal día como una ligera mañana soleada de primavera, con algún nubarrón perdido.


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